Rest In Peace

Hoy
te lloro.
En silencio
y sin consuelo,
te lloro.
Sin creerme aún
tu ausencia,
te lloro.
Sin apenas ya lágrimas
en los ojos,
te lloro.

Porque se me
han secado
de tanto extrañarte
y me han gritado:
«para qué
nos quieres más,
si ya se ha ido».

Porque se me
ha enquistado
la esquirla de tu semblante
inerte y plácido
en este corazón dolorido.

Pero el mundo
sigue girando
sin tregua
aunque yo quiera
bajarme.

La vida
no entiende de lutos
ni esperas,
continúa su curso
inalterable.

Y sé que hay que seguir.
Aunque parezca una deshonra a tu memoria
sonreír a lo invisible,
hay que seguir.
Aunque se sienta
como un placer culpable
el ser felices,
hay que seguir.

Pero hoy,
que ya es siempre,
te añoro.
Te añoro,
y cuando menos lo espero ,
la rabia golpea
en forma de agua
los frágiles cristales
de mis pupilas.

Como viejas ventanas gastadas,
mis ojos cierro.
La lluvia
se queda fuera;
el dolor,
dentro.

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