Humo y recuerdos

Ya hace tiempo que no sueño con tus besos,
la calidez de tus labios tersos
deleitándose en mi lengua,
el sabor salado
de tu sonrisa
después del sexo.

Ya no extraño el suave tacto de tu piel
erizándose
al paso de mis dedos,
dibujando lentamente
la curva mágica de tu cintura
y sembrando tu espalda
de caricias
en el camino de vuelta
hacia tu cuello.

Ya no pienso en la sincronía de nuestros cuerpos
enzarzados
en un rítmico baile de placer prohibido,
bañando de sudor
el silencio solo roto
por el murmullo
de mis jadeos
y el eco
de tus gemidos.

Ya casi no me acuerdo.

Se me está borrando tu recuerdo.

Se desvanece
como huellas en la arena,
se me escurre
como agua entre los dedos,
se deshace
como el hielo con el que jugaba
a enfriar las ganas
de tu piel caliente
en una de esas noches
de las que ya
casi
no me acuerdo.

Y hasta hace poco
era tan nítido
tu recuerdo
que casi podía tocarlo,
tan exacto
que podía sentirlo,
tan perfecto...

Tan perfecto.

Pero ahora es humo,
tu recuerdo.
Ahora es humo,
solo eso.
Imágenes borrosas
cargadas
de nostalgia
y vacías
de sentimiento.
Solo humo,
solo eso.

Se me está borrando tu recuerdo
porque estas palabras ya no nacen del dolor.
La ausencia ya no lo alimenta,
ya no lo reaviva el rencor,
y el tiempo inexorable lo está convirtiendo
en un puñado
de borrones
inconexos.
Solo en humo.
Solo eso.

Y ya casi no me acuerdo de tus gestos.
No me acuerdo del comienzo
de nuestros juegos,
de quién bajaba primero.
No me acuerdo de tu cara
al despertar,
de tus susurros
pidiendo más,
de aquellos besos
en cualquier bar,
cualquier concierto,
en cualquier mar...

Ya casi no me acuerdo,
pero qué no daría yo
por pasar una noche más entre tus piernas
y despertar desperezándome en tu pecho.
Desgastarme las retinas
de mirarte
cabalgarme
mientras me ahoga
la presión
de tus dedos
en mi cuello,
y grabarte a fuego
-esta vez
para siempre-
en mi recuerdo.

Porque se me está borrando tu recuerdo.

Se me está borrando tu recuerdo,
pero todavía no soy capaz de olvidarme
de la intensa luz
con la que brillan
tus hermosos
ojos negros.